Ayer disfruté de uno de los conciertos más agradables de los ultimos tiempos.El maestro del tapping, el monstruo Stanley Jordan nos visitaba y la cita era obligada.
En la entrada se anunciaba el bolo en la Sala Santana27 a las 21:00 y a las 20:45 ya estaba aparcando el coche enfrente de la puerta, cosa que ya me pareció demasiado idílico aunque fuera un Jueves de labor.
Al entrar en la sala ya noté que no iba a tratarse de un concierto multitudinario ni mucho menos, pero la verdad es que tampoco me esperaba tan poco movimiento.
A eso de las 21:10 se abrieron las puertas (donde carteles anunciaban la prohibición de fumar) y me encontré con un escenario enorme en el que simplemente había un micro, un ampli, su pantalla y un piano. Enseguida supe que venía sólo o como mucho con otro músico, pero lo mejor no fue eso, sino que delante del escenario pusieron unas hileras de sillas que no eran de cuero como en el Palacio Euskalduna, pero que tenían un eskay muy mullidito y unos reposabrazos perfectos.
El caso es que me senté en segunda fila enfrente del micro, me pedí una Birrita y a esperar como si estuviera en el sofa de casa y a eso de las 21:30 salio al escenario el bueno de Stanley más solo que la uno con lo que lo del piano me empezaba a chocar.
Estaríamos unas 100 personas a lo mucho y delante de mi no se puso nadie, perfecto, sin mover el cuello voy a disfrutar de la siguiente birra como Dios y así fue.
Este pedazo de músico empezó demostrando lo que sabe hacer con la guitarra
Y mientras todos flipábamos a colores nos demostró por qué viene solo, vamos, que no le hace falta nadie para montar una orquesta
Y ahora un poco de blues a mi manera que es esta
Pero el momentazo de la noche para mi es ver a este hombre versionear la pieza maestra del Rock, el inmortal "Stairway to Heaven", es algo mágico
Después de esto no pude hacer otra cosa que dejar la cámara en la silla, levantarme junto con los demás y silbar como un puto loco, que teniendo en cuenta que estaba a 3 metro de él, probablemente pensará que los Vascos estamos un poco locos, pero es que esto es la puta ostia, tocar Stairway to heaven cómo Jimmy Page es imposible y absurdo, por que para eso está el todavía, pero versionearla y arreglarla como ha hecho Stanley es una puta obra de arte a la altura del original. Solo por ver este tema en directo merece la pena pagar los 13€ de la entrada, si, habéis leído bien, 13€.
Pero no solo se conforma con arreglar este clásico sino que después de tocar una pieza clásica que yo no descubrí, pero que el de al lado mío disfrutó cómo yo del stairway nos ofreció un homenaje al inigualable Hendrix que te cagas
Después de este Little Wing yo ya daba por mucho más que amortizados los 13 €, pero los pocos que estabamos allí queriamos más y le sacamos a base de ovaciones, aplausos y silbidos 3 bises de ensueño. Uno de los cuales fue este que es otra versión de los beatles acojonante pero a su manera.
¿Alguna vez os imaginabais escuchar Eleanor Rugby así? Yo en la puta vida y me alegro de haberlo visto para poder creérmelo. Toda una joya
En definitiva, este bolo ha sido un regalo, no solo por el precio y todo un priviliegio que demuestra que el business de la música es a veces tan injusto cómo el futbol, por que si este jodido genio no logra meter en la sala Santana27 a más de 100 personas a 13€ la entrada es que algo hemos hecho mal ya que si en vez de Stanley fuera Yola Berrocal seguro que habría alguno más.
A mi personalmente me vino de puta madre para estar más que a gustito con Jordan y mis birritas.
Hasta siempre y después de lo visto aunque vengas solo allí nos veremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario